Sonia, te necesito.

A menudo es lo primero que escucho al descolgar el teléfono.

 

Cuando te duele mucho algo, no estás para tonterías. En esos momentos, es importante saber a quién llamar. Y yo respondo siempre. Si te duele el cuerpo, con osteopatía. Si te duele el alma, con coaching de vida.